La inclusión educativa

martes, 27 de octubre de 2015

Desde la perspectiva de Sandra Camacho Ruiz, se puede decir que el concepto de inclusión se encuentra presente en todos los currículums educativos y se establecen tres principios para el desarrollo de un currículum inclusivo:
1. Se ha de establecer unos objetivos apropiados para el aprendizaje.
2. Hay que responder a las necesidades de aprendizaje del alumnado.
Para que este principio pueda alcanzarse, los colegios deben proporcionar un entorno adecuado para el aprendizaje que posibilite el desarrollo de todo el alumnado.
Por otra parte, los maestros deberán crear ambientes que permitan alcanzar un aprendizaje significativo donde los alumnos se sientan seguros y valorados, donde puedan mantener la concentración y estén motivados, atender a las diferencia de culturas, proporcionar igualdad de oportunidades, llevar a cabo una evaluación que sea adecuada a las características evolutivas de los alumnos.
        3. Superar las barreras de aprendizaje y evaluación del alumnado.
Para conseguir alcanzar este objetivo el centro debe atender a todo tipo de alumnado, ya se trate de alumnos con necesidades educativas especiales, de alumnos con algún tipo de discapacidad o de estudiantes que se han incorporado de forma tardía al sistema educativo y no dominan el idioma.
Atender a estos alumnos, no solo mediante la adaptación del currículo, que quizá no necesiten, sino mediante la facilitación de recursos que permitan al alumno seguir el ritmo del aula y la eliminación de barreras arquitectónicas.


No se debe olvidar que los alumnos con altas capacidades también requieren atención, también tienen derecho a tener las mismas posibilidades que los demás. El docente puede ayudar a este tipo de alumnado facilitándole tareas más complejas o más abiertas y ofreciéndole un apoyo personal. El objetivo final es estimularlos y guiarlos.

           Ruiz, S. C. (2011). La inclusión educativa. Innovación y experiencias educativas.

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